Es un poco vergonzoso ver que las sociedades modernas se enfrentan demasiado por medio de la fuerza física y verbal, cuando países desarrollados como Francia se sumergen en la lucha por sus derechos y donde bravucones asumen curules políticos por todo el mundo.
Tal parece que no hay un dialogo coherente con uso del raciocinio ni sentimientos humanos entre los que ostentan el poder económico y los que trabajan para ellos, todo se traduce en un estira y afloja por parte de los interesados en conservar sus beneficios y aquellos que exigen un poco de lo que les corresponde.
Les daré un ejemplo los trabajadores de minas alrededor del mundo arriesgan la vida en algunos casos bajo circunstancias infrahumanas con salarios esclavizantes y circunstancias de vida francamente deplorables, mientras que los dueños y personajes importantes dentro de la administración de las mismas tienen ingresos francamente exorbitantes.
Se necesita un cambio de conciencia que empuje a la mejora de la calidad por parte de los trabajadores al mismo tiempo de una mejora en las condiciones salariales por medio de la búsqueda del bienestar de cada persona dentro de la actividad humana.
